Anoche no podía dormir. Quisiera decir que porque estaba pensando en tí, porque tenía nostalgia, porque las lagrimas no me dejaban o inclusive por estar enojada. Pero no fue así. No podía dormir porque, por primera vez en dos meses, tenía una canción (felíz) pegada en la cabeza que no podía dejar de tararear y lo único que quería era pararme a bailar.
Por fin me quede sin nada que decir, todo lo que sentía fue dicho y escrito numerosas veces y parece que, después de toda la tormenta, ahora lo que queda es sanar. Y eso no quiere decir que no habrá momentos se tristeza ni de nostalgia, al contrario, los seguirá habiendo durante varios meses aún. Lo que esto significa simplemente es que, por fin, estamos en paz y por fin podemos seguir con nuestras vidas a lo que sea que esté por venir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario