La distancia me está afectando. Y ni siquiera es al distancia física, si no la emocional. Si hay un distanciamiento que duele hasta en el alma, es cuando puedes sentir, muy literalmente, como vas perdiendo a una persona. Como, poco a poco, le importas un poco menos. O, para no ser tan dramáticos, como vas bajando en su lista de prioridades y te conviertes en una persona más. Y lo peor es que se siente ser más una persona menos.
No, jamás es la distancia física, esa con una llamada o inclusive un pensamiento se puede borrar. No importa que tan lejos este esa persona, uno puede sentirla. Sin embargo, hay distancias que se sienten con la persona a tu lado. Distancias que ni siquiera un roce puede borrar porque ese mismo roce se transforma en la ausencia de algo y, poco a poco, en soledad.
Al final del día, sigo sin entender cuando dejaste de estar ahí. Cuando dejamos de ser nosotros y solo pasamos a ser un tu y un yo.
Una parte de mi se perdió cuando te fuiste y no la he podido recuperar. Y ahora siento un vacío constante que no descifro como llenar...
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