sábado, 10 de octubre de 2009

La soledad es una desición que sólo depende de uno.

Cuando tenía al rededor de 12 años, conseguí boletos para ir a ver a Hanson a través de la radio. Desde niña, siempre me ha gustado ir a conciertos aunque no sea tan fan de la banda ya que para mi es necesario verlos tocar en vivo antes de poder dar una opinión verdadera al respecto. En fin, en realidad no tenía con quien ir y recuerdo haber sobre escuchado a mi madre en el teléfono decir: "Si, voy a acompañar a G a ver a Hanson porque ya vez que casi no tiene amigos y le gustan esas cosas...".

Para mi mamá, el hecho de que yo los fines de semana prefiriera no invitar a nadie para poder descansar, leer y, en su momento, hasta jugar nintendo, significaba que no tenía amigos. Es verdad, siempre me ha gustado mi soledad, siempre la he apreciado y son muchas las ocasiones en las que prefiero estar sola o distante a las personas que las que he preferido estar con alguien más. Algunas personas somos así, nos cuesta trabajo encontrar a personas que "valgan la pena" y que merezcan ser nuestros amigos. Y, si desde que tengo memoria, he preferido irme a pasar un día sola a un museo en lugar de ir a clases con mis compañeros, es bastante claro que esto sólo incrementará a través de los años.

Por fortuna, he podido encontrar a personas que piensas lo mismo o se sienten igual y he podido llegar a darme cuenta de que hay personas fuera del status quo con las cuales puedes salir a tomar un café, ir a museos, a caminar por el centro, ver películas, viajar e inclusive juntarte simplemente en una casa a debatir como vas a cambiar el mundo. Sin embargo, es difícil quitar ese sentimiento y necesidad por la soledad. En especial cuando tienes complejos compulsivos obsesivos que te hacen tener que tener y hacer las cosas de una manera específica y la cual, normalmente, te afecta más para mal que para bien.

Cuando entré a la universidad, mi madre me compartió sus preocupasiones en las cuales ella quería que pudiera encontrar a alguien, una pareja específicamente, con la cual pudiera tener una relación estable y que estuviera conmigo durante mis años de universidad para compartir todas mis experiencias y que simplemente fuera feliz. (Ahora, antes que nada, cabe mencionar que mis padres, específicamente mi madre, no la han tenido facil conmigo. En un contexto general, soy muy cercano a lo que cualquier padre querría: no tomo, no fumo, casi no voy a antros ni bares, etc. Sin embargo, en el contexto ideológico, soy la pesadilla de cada uno de ellos: cuando tenía apenas 16 años les dije que no quería seguir la religión católica y que me iba a convertir en pagana/neo wiccana, mis ideologías políticas son bastante liberales, me convertí en vegetariana hace ya 3 años y lo peor de todo es que estas no han sido etapas. Por lo tanto, el hecho de que mi madre quiera que tenga una cosa normal en mi vida, no es mucho pedir.)

La verdad, comprendía completamente de donde venía esto y, por lo que lo vale, encontré a alguien así. Pero, no fue precisamente lo que mi madre esperaba.

La vida da muchas vueltas, y después de pasar años convenciéndome de que la vida que vivía era la correcta y que estaba feliz, por fin comprendí o decidí que ya no iba permitirme ser esa persona. Verán, siempre he tenido un dilema enorme en mi vida que está completamente relacionado con una de mis más grandes pasiones: la fotografía. El dilema consiste en vivir el momento estando en el, o pretender capturarlo a través de una fotografía como una tercera persona. Quizás muchas personas no se percaten de ello, pero en verdad es una decisión que te define mucho como persona. ¿Quién eres, la persona que vive su vida o la persona que sólo habla de ella?

Por fortuna, después del verano intenso que pase trabajando para NHI y gracias a todas las persons que conocí y que pasar esas 10 semanas empujándome a definirme como persona y a dar más de mi, me han ayudado a querer cambiar quien era y convertirme en alguien mejor. Desde que regresé a la escuela, he decidido no dejar pasar ninguna oportunidad, he decidido ser la persona que busca a otras personas en lugar de esperar a que ellas vengan a buscarme a mi, le saco plática a mis compañeros, no dejo pasar ninguna oportunidad para hacer cosas nuevas y, sobre todo, he aprendido a expresar lo que pienso y siento en todo momento sin importar lo que piensen los demás.

Las personas no cambian, evolucionan. Y yo no he dejado de apreciar mi soledad ni de querer tener esos momentos sola. Sin embargo, he aprendido que la soledad es una decisión y es una decisión que yo ya no estoy queriendo tomar. El que tan sola estoy, en cualquier momento y situación, depende completamente de que tan sola quiero estar yo. Lo peor es que la decisión tan sólo es el primer paso ante un camino que puede ser muy dificil.

Para mi fortuna, encontré a esa persona de la que mi madre estaba hablando y que tanto quería que encontrara. Sin embargo, no la encontré en una pareja, sino en mi mejor amiga. Con ella puedo hacer de todo, y nada. Después de pasar todo mi verano viviendo con ella, descubrí que hay personas con las que puedes tener ese tipo de soledad acompañada y que al mismo tiempo pueden empujarte a ser la persona más abierta del mundo. Con ella puedo pasarme toda una tarde en la alberca leyendo libros, podemos irnos de roadtrip sin mapa o destino, podemos ver películas o simplemente caminar por la vida haciendo lo que queramos.

Mucha gente ahorita no lo comprende y nos molestan con cuanto tiempo pasamos juntas y como ahora parecemos depende la una de la otra para todo. Sin embargo, es porque las personas no se dan cuenta de que en verdad me hace ser una persona mejor. Me ha demostrado que conocer a otras personas, no planear todo, ser espontánea y más loca de lo que ya soy, es bueno. Y, por ello, siempre le estaré eternamente agradecida.

Ella lo sabe, porque se lo digo, pero se los digo a ustedes porque creo que es sumamente importante saber que la soledad es una decisión que tomamos todos los días así como el ser felices. Y sobre todo porque es importante saber que no necesitas tener un novio o novia para hacerte sentir mejor. No hay que menos preciar a las personas que ya quieren estar con nosotros de una u otra manera porque al final la vida da muchas vueltas y las personas vienen y van.

Dicen que la vida está llena de oportunidades pero, si dejamos pasarlas todas, eventualmente dejarán de llegar. Y hay que saber cuando debemos de dejar nuestro orgullo y nuestros miedos de lado para poder tomar esas oportunidades y recordar que la felicidad no es un destino, la felicidad es un camino y es algo que siempre debe de estar presente en lo que hacemos.

Hace 3 meses tomé una decisión, decidí que ya no quería estar sola. Pero la verdad es que es una decisión que tengo que tomar todos los días y que seguiré tomando porque he descubierto que me hace mejor y que si voy a pasar todos mis veranos con niños enseñándoles precisamente a salirse de su zona de conformismo y comodidad para ser mejores, debo de ser yo la primera que tome esa iniciativa y lo haga todos los días.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanto todo lo que escribiste! muchas que cosas que sabia y muchas que no sabia de ti, estoy totalmente de acuerdo con que a veces estar contigo mismo es lo mejor, pero claro que también es super padre estar con los que quieres y te quieren. Para mi los amigos son super importantes, siempre lo han sido, siempre lo serán, porque se que como dices tu, no "necesitas" un novio para tener una relacion asi con alguien, en un amigo bien puedes encontrar mucho de eso, no igual obviamente pero si una relacion unica que te haga sentir que hay alguien contigo y que eres especial. Yo siempre he dicho que despues y antes de todo estan los amigos, y yo quiero estar ahi contigo y para ti. No se como no te encontre antes amiga! i love you

Dámaris M.

About my blog

Sin censura ni sobre análisis, la necesidad de expresarse a través de palabras o la carencia de ellas.
CURRENT MOON