Sueños, ilusiones, ideas e ideales; todos perdemos algo todos los días. Todos los días muere, y renace, algo en nosotros. ¿Quiénes somos para juzgar la manera en que las personas responden a dicha perdida? ¿Quién dice qué duele más perder, una idea, una ilusión, una esperanza? Hay gente que basa su vida entera en una idea o en una ilusión y, cuando esta se pierde, se pierde una gran parte de esta persona en ella. Y, a pesar de que no sea una muerte digna de un funeral, ¿quién nos quita el derecho a velar la dicha perdida?
Es cierto, siempre habrá más, pero jamás será lo mismo. Y sabiendo esto, ¿porqué habríamos de quitarle crédito a la perdida de dicho objeto?
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