Pecas.

Noches en vela,
tratando de descifrar
lo que escondían

tus pecas.

Ocasiones
noches en vano
hasta que una
me conducía a tu boca,
tus labios
rosados
suaves
que mis dedos recorrían
re inventándolos
con cada rose.

Para que,
al término de mi trazo,
estos buscaran
en mi piel
un refugio
en mi aroma
un suspiro.

Cada noche
un camino,
un trazo,
un rose,
un beso.

Cada suspiro,
temblor,
falta de aire,
conjuntos
en una muerte
lenta
delicada
que nos quita el aliento
y
nos ahoga
en sentimiento
para
hacernos renacer
de nuevo
con cada mirada
que regresa
a tus pecas,
las cuales
pretendo entender.

Hubo noches que pase en vela, tratando de descifrar lo que escondían sus pecas. En ocasiones parecían noches en vano hasta que una de ellas me conducía a su boca, a sus labios rosados y suaves que mis dedos recorrían reinventándolos con cada rose. Para que, al término de mi trazo, estos buscaran en mi piel un refugio y en mi aroma un suspiro.

Cada noche un camino, un trazo, un rose, un beso. Cada suspiro, cada temblor, y cada falta de aire, conjuntos en una muerte lenta y delicada que nos quita el aliento y nos ahoga en sentimientos para hacernos renacer de nuevo con cada mirada que regresa a tus pecas, que pretendo entender.